Las composiciones son mucho más que un tatuaje: son relatos visuales que se van construyendo sobre la piel. A diferencia de una pieza aislada, aquí las imágenes dialogan entre sí y crean un lenguaje propio.
Trabajo principalmente con microrealismo y realismo en formatos más amplios, usando fondos de sombras sutiles y líneas de contraste que permiten dar coherencia y continuidad. Este estilo es muy versátil, porque puede crecer en cualquier dirección y adaptarse al cuerpo como si fuera un mapa vivo.
Lo más especial de las composiciones es que son perfectas para contar historias: cada elemento suma, cada detalle tiene un sentido, y el conjunto se convierte en una obra que refleja quién eres y lo que quieres expresar.
Si quieres algo más que una pieza aislada, las composiciones permiten construir historias en tu piel con realismo, sombras y líneas que se adaptan perfectamente a tu cuerpo.